Al llegar al punto mas alto, decido coger un taxi hasta Cee, ya que esta noche tengo que llegar a Santiago, y voy muy justo de tiempo. Otro año haré los 15 km que me faltan. Además, esos km ya los he hecho de una forma u otra con las veces que me he perdido.
El taxi me deja a la entrada de Corcubión, precioso pueblo a la orilla del Atlántico.
Y a andar de nuevo, que aun queda un largo trecho de los veintipoco km que voy a andar hoy.
Tras una breve caminata, con una subida asfixiante, se divisa Finisterre, su faro y una cala preciosa.
Las vistas son increíbles, y me llama mucho la atención que las playas no estén llenas de hamacas, sombrillas y gente.
El agua es clara, y no me resisto a caminar descalzo por la playa, aunque se que esto no le gusta a mis rodillas.
Copita de vino en el pueblo y a subir al faro.
La verdad es que en la parte de playa ha cambiado mucho el aroma, ahora un ligero olor a salitre es el que predomina. La subida es preciosa.
La entrada al cabo esta presidida por un crucero, un restaurante y el faro.
Las vistas son preciosas, y el misticismo del lugar se deja notar. Por cuerto, no encuentro el mojon del km 0, un chaval me dice que el unico que hay es el del 0,010 supongo que el faro es el cero
Tras los últimos rituales ( ya no tengo concha ni camiseta roja), vuelta al puerto a almorzar, con unas preciosas vistas al puerto, pero antes, copa de Ribeiro con vistas a Plata Chica, una calita de arena blanca con las ruinas de un antiguo castillo al lado.
La vuelta a Santiago es preciosa, el autobús de línea hace un recorrido por las Rías Altas, así que cojo sitio en ventanilla junto al mar, y tras una ligera cabezada, a disfrutar del paisaje.
Para concluir, nada mejor que terminar el blog en mi cafetería preferida de Santiago, Recantos, con un Ribeiro fresquito, escuchando AC/DC, Nirvana
y otras joyas, cosa imposible en una cafetería en Málaga. Esperemos que el año que viene más
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Ubicación:Rúa dos Recantos de San Miguel,Santiago de Compostela,España
